(Röcken,
cerca de Lützen, 15
de octubre de 1844 – Weimar, 25
de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico
y filólogo alemán,
considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo
XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura,
la religión y la filosofía
occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las
integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y
negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a
generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos,
poetas, novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo
de la Ilustración, expresada en su observación «Dios
ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los
intelectuales más célebres después de su muerte.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de
Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la
sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro,
una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en
autores tales como Martin Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, o Gianni Vattimo, entre otros.
Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX
como una figura significativa en la filosofía moderna. Su influencia
fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos y en la
sociología de Max Weber. Es considerado uno de los tres «Maestros de la sospecha» (según la
conocida expresión de Paul
Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund
Freud.